Elegir un colchón no debería ser una decisión al azar. Dormir bien influye directamente en tu salud, tu energía diaria y tu estado de ánimo. Sin embargo, muchas personas se dejan llevar solo por el precio o la marca, sin tener en cuenta factores esenciales que determinan si un colchón es realmente el adecuado para cada cuerpo.
En Tu Colchón, cada vez que asesoramos a un cliente seguimos un proceso claro y personalizado. Analizamos distintos aspectos que nos permiten recomendar el modelo ideal según sus características y necesidades. A continuación, te contamos en qué deberías fijarte antes de comprar 👇
1. ¿Para quién es el colchón?
No es lo mismo elegir un colchón para una persona joven y liviana que para una pareja o alguien con problemas de espalda.
- Si es para una sola persona, se prioriza el nivel de firmeza y el confort en relación al peso.
- Si es para una pareja, también se evalúa la independencia de movimiento, es decir, que un lado no se mueva cuando el otro cambia de posición.
👉 Este punto ayuda a definir si conviene un colchón de espuma, de resortes Bonell o de resortes pocket independientes, entre otros.
2. El peso de quien lo va a usar
El peso influye directamente en el tipo de soporte que el cuerpo necesita. No todos los colchones responden igual ante diferentes contexturas:
- Hasta 70 kg: colchones más suaves o de espuma de densidad media.
- Entre 70 y 100 kg: colchones de firmeza media o con resortes tipo LFK.
- Más de 100 kg: colchones firmes, de alta densidad o con refuerzos perimetrales.
Elegir la firmeza adecuada evita hundimientos, prolonga la vida útil del colchón y mantiene una correcta alineación de la columna.
3. La posición al dormir
Cada postura requiere un tipo de apoyo distinto:
- Boca arriba: se recomienda una firmeza media, que sostenga la curvatura natural de la espalda.
- De costado: conviene un colchón más adaptable, que amortigüe hombros y caderas.
- Boca abajo: lo ideal es un colchón firme para evitar la torsión lumbar.
Conocer la posición en la que dormís permite encontrar el equilibrio perfecto entre confort y soporte.
4. Problemas de salud o dolores crónicos
Si la persona sufre dolores lumbares, cervicales, escoliosis o hernias, el tipo de colchón puede mejorar —o empeorar— su descanso.
En esos casos, recomendamos modelos con:
- Espumas viscoelásticas (memory foam) o de alta densidad.
- Resortes pocket, que se adaptan punto por punto al cuerpo.
- Superficies con alivio de presión, que mejoran la circulación y reducen tensiones musculares.
Dormir sobre un colchón inadecuado puede agravar molestias o provocar despertares frecuentes, por eso este punto es fundamental.
5. Firmeza y preferencia personal
Más allá de lo técnico, cada persona tiene su propia percepción del confort.
Algunos prefieren colchones más firmes y estables, mientras que otros buscan una sensación más envolvente y suave.
En Tu Colchón te ayudamos a encontrar ese equilibrio entre firmeza y comodidad, combinando materiales de calidad, tecnologías modernas y el tipo de sensación que más te guste al dormir.
En resumen
El colchón ideal no es el más caro ni el más blando: es el que se adapta a tu cuerpo, tu forma de dormir y tu salud.
Antes de decidir, conviene responder estas preguntas:
- ¿Para quién es el colchón?
- ¿Qué peso tiene la persona o personas que lo usarán?
- ¿En qué posición suelen dormir?
- ¿Tienen alguna patología o dolencia?
En Tu Colchón, usamos estas respuestas para orientarte hacia el modelo perfecto.
Podés escribirnos o visitarnos en nuestro local para probarlos personalmente y descubrir cuál se adapta mejor a vos.